sábado, 18 de enero de 2014

No te vayas

Yo que te quería recién levantada, despeinada y con esos ojos pidiéndome control, descalza, con chanclas, como mucho en bambas y te pusieron tacones en el alma. Añoro mi pecho en tu espalda, mi mano en tus caderas anchas, escribiendo poemas con mi lengua en tus nalgas...ahora no me fijaría en ti jamás.
Quítate las gafas donde te escondes, quiero ver tu mirada en toples...me pones más con mi boxer que con corché marcando escote. Me ponía cuando te ponía en mi carro guarro, ponías el látex, cada vez que escuchaba ese susurro que me decían cosas alucinantes. Pero murió nuestro amor, murieron nuestras celestinas; tú no derrochaste ni una lágrima ya que estabas en la cama con el guarro de un marica.
No volví a reconocer tu mirada en ese aire bombeándome con sangre o no, yo que nos creía inmortales, y de repente me dejaste; yo en jeans y tú en páris. Me fuiste infiel pero te quiero, sólo ven y dime lo siento. Volver el reloj al despertarme y quemaremos ese Cassio de oro...lo prometo.

Beatbulls.

Sloa

Se acabó el buscarme a través de canciones a medias, regalarte tarde de inviernos que no valoras.
En la orilla queriendo cruzarla, pero el miedo a naufragar por recuerdos no me deja. Otoño vuelve te prometo cuidarnos mejor...o al menos ignorar todo lo que hemos sangrado y recuerda que las cicatrices al igual que puedes abrirlas también se pueden quedar así siempre. Dime si las lágrimas se olvidan con perdones o si las sonrisas son sinceras como dices...nunca pasó el tren descarriló antes de que llegases y aquí nos quedamos odiando ese andén.
Termino hablando sola, aborreciendo el mundo que nos rodea, besando el amor de  unos ojos llenos de rabia y el atractivo de tu cuello y mi cuello en la misma soga. Y qué dará si no sé volar sin nadie que me diga como, al menos nos quedan los gustos que compartimos. Mezclo los nervios con la angustia que dejo de romper todo y las ganas de perder el rumbo hacia ningún lado. 
Tenemos en La Torre bonitas vistas pero no estás. 
Sé sentir algo sin tener que tocarlo.
Hoy tampoco llamas con copas de más para decir todo aquello que hiciste mal y volver a intentarlo.

Odio mis márgenes, viven encerrados en mis manos por miedo que no los modifiquen; estoy basando en mi vida en quemar malos recuerdos.



viernes, 10 de enero de 2014

Nos mojamos y nos queremos.

comprendió que hay personas que brillan sin ser estrella, y que hay silencios que separan, sin ser kilómetros. Que la vida es un poquito así, sin sentido, pero que nos desesperamos por darle uno. Un sentido, con nombre y apellidos, a ser posible. Un sentido que nos abrace por las noches y que no se vaya al vernos las cicatrices: que las comparta con nosotros.
Comprendió que enamorarse era una necesidad tan importante como respirar, y que, al igual que moría si no respiraba, también lo hacia, aunque de distinta forma.Pensaba que las personas se habían acostumbrado a maquillarse los sentimientos, porque tenían miedo de que alguien llegase y les hiciese daño. Y es que no hay nada peor que alguien te rompa lo más bonito que tienes, es decir, las razones de sonreír, los sueños, las esperanzas. Que te quite las ganas. Así que nos vestimos con un poquito de orgullo, y lo miramos todo desde la distancia, tanteando el precipicio antes de saltar, porque si vamos a morir, queremos morir por alguien que sepa llorarnos.
Y luego terminó hablando sobre la capacidad de olvidarnos de las personas, y sobre la naturaleza de los recuerdos, diciendo que la mejor forma de olvidar a alguien que nos duele recordar es llegando a la conclusión de que no merecemos eso, de que merecemos algo más. De que merecemos sangrar por alguien que, luego, venga a curarnos. De que la vida no es tan larga, ni dura tanto, como para estar perdiendo el tiempo esperando trenes que ya han pasado. De que hay que sonreírle a los amaneceres, independientemente de que llueva e independientemente de que compartamos cama con la soledad. Que las cosas llegan cuando menos las esperas, y que si siempre las estás esperando, sólo tardan en llegar un poquito más. Pero llegan, tarde o temprano.
si veis al amor por ahí
sólo decidle que lo siento,
que el frío se ha hecho ciudad
y yo, sólo, he aprendido a quemarme
que la poesía pague los destrozos.
No vamos a difundirnos entre sus sábanas viendo como sonríes en cada paso que das. Por eso, eso que me cuentas de como bebe las cervezas, de como echa el humo poco a poco para poder sentir una nube en el cielo. No sabes lo que es despertarte, que ella se retuerza y bostece, te coja con un abrazo y no sepas como recordar el resto del mundo, entiende que pierdo la cabeza por tus piernas, el sentido por sus palabras y los huevos por un mínimo roce de mejilla. Memorizas cada parte de su cuerpo sabiendo que los verás de sobra, pero necesitabas guardarlo en el banco.
He visto como sonríe al ser ella misma, su cara de cuerda porque locas ya hay suficientes en las calles de tu barrio. Como suspira de pues de cada beso, como te mira y como continúas cada pulso sabiendo que te atrapa, sabiendo que tu tinta se quedará impregnada en su cuerpo para siempre, un recuerdo que nunca borrarás.
Tenía que decirte que la C de cabeza que me quitas se la lleva el mar con cada pisada que diste en el, que cada curva es un amanecer nuevo, toda tuya, toda Caracterizaba por doquier, por saber que volveré a verte, a besarte, que lo dulce te hace a tu nombre y que de juegos con caramelos tú ganas siempre.
Necesitarte sin descanso y utilizar el insomnio para verte dormir a mi lado.
De Nava para Candyi.

viernes, 3 de enero de 2014

Tenemos la excusa del amor

Aveces me pregunto si la misma suerte que me llevó a quererte acabará con mi muerte.
Me consumo en tu cama, en esas pocas noches donde me duermo al verte, al sentirme ausente notando la tranquilidad que en das y esa seguridad queme quitas con sólo mirarme unos segundos para decirme: 'chica,cuando dejarás de ser tan bonita.'
El calor que me palpitas cuando miro a esas estrellas y recuerdo el de tus yemas susurrando con placer cada parte de mi ser y extrañamente confusa sonrío y otro beso que se vuelve mío por el mero echo de que en el fondo estemos ambos jodidos. 
Con sonrisas que se nos lleva el mundo y miradas que no se siguen a no ser que vayamos en el mismo rumbo con ritmo casi liso y lleno de absurdas corduras. 
Gracias por esas noches de invierno colgados en un sin vivir, sé que eres de esos del pornotube y de los que pintan sintiendo cada gota como si de un gemido, un susurro al oído diciendo eso de: ''Vamos a tu cama, que hoy estoy poética.''