Tenemos un esquema para idealizar a las personas de las que estamos 'enamoradas' o 'nos gustan' en el cual todo lo que hace está bien, no te importa sea lo que sea lo que puede decir, hacer, que si lo hace esa persona no es tan malo pero, espera, que si eso mismo lo hace otra persona a la que no le tengas tanto afecto el bucle se hace más grande, esa otra persona se vuelve una escoria a la que dejas de lado, una mentirosa, una persona que no vale nada y yo me pregunto, ¿de verdad queremos vivir así? ¿Qué ganamos con eso? Hay que saber diferenciar distintas cosas y no llegar a un extremo como tal. No podemos aceptar el volvernos bobos de repente y hay que saber llevar dos dedos de frente ante las situaciones.
No dejes que nadie te arrebate lo que eres sabiendo que estás haciendo algo grande con tu vida, sabiendo que estás satisfecho, quizás algunos piensen que digo una cosa y luego otra, cambio de opinión pero será que no son capaces de meterse en la cabeza de alguien como yo, cuesta adaptarse y concentrarse y más en días como estos. La felicidad la ganamos nosotros mismos.
Pero como me contaron hace poco 'Eres tú, no estás en el mundo para hacer lo que diga la gente o complacer todos los días'.